Neurociencia Cómo el ejercicio físico puede ayudar a calmar la mente preocupada

por | 1 de marzo de 2025

¿Qué es la mente preocupada y cómo se relaciona con el ejercicio físico?

La omente preocupada es un estado caracterizado por la rumiación constante de pensamientos, generalmente negativos o ansiosos, que dificultan la concentración, el descanso y el bienestar general. No es un trastorno en sí mismo, pero puede ser un síntoma de ansiedad, estrés crónico o depresión. A nivel neurobiológico, se asocia con una hiperactividad en la red neuronal por defecto (RND), un conjunto de áreas cerebrales que se activan cuando la mente divaga y no está enfocada en una tarea específica.

El ejercicio físico, por su parte, es cualquier movimiento corporal planificado, estructurado y repetitivo que busca mejorar o mantener uno o más componentes de la aptitud física. Se ha demostrado que el ejercicio tiene un impacto significativo en la estructura y función del cerebro, incluyendo la RND, lo que lo convierte en una herramienta poderosa para calmar la mente preocupada.

Preguntas Clave

  1. ¿Qué tipos de ejercicio son más efectivos para reducir la rumiación y la preocupación?
  2. ¿Cuál es la dosis óptima de ejercicio (frecuencia, intensidad, duración) para obtener beneficios en la salud mental?
  3. ¿Cómo afecta el ejercicio a las estructuras cerebrales relacionadas con la preocupación y la ansiedad?
  4. ¿Existen diferencias individuales en la respuesta al ejercicio en términos de reducción de la preocupación?
  5. ¿Cómo se puede integrar el ejercicio en la rutina diaria de personas con estilos de vida sedentarios o con limitaciones físicas?
  6. ¿Es el ejercicio por si solo una herramienta para manejar mentes preocupadas?

Contestando a esas preguntas clave

  1. Tipos de ejercicio:
    • Ejercicio aeróbico: Actividades como correr, nadar, andar en bicicleta o bailar, que aumentan la frecuencia cardíaca y respiratoria, han demostrado ser especialmente efectivas. Estas actividades promueven la liberación de endorfinas, neurotransmisores que actúan como analgésicos naturales y mejoran el estado de ánimo.
    • Ejercicio de fuerza: El levantamiento de pesas o el uso de bandas de resistencia también pueden ser beneficiosos, ya que aumentan la producción de factores neurotróficos, como el BDNF (factor neurotrófico derivado del cerebro), que promueven la neuroplasticidad y la resiliencia al estrés.
    • Prácticas mente-cuerpo: El yoga, el tai chi y el pilates combinan el movimiento físico con la atención plena y la respiración consciente, lo que puede ayudar a reducir la actividad de la RND y promover la relajación.

    Ejemplo en el aula: Los descansos activos, una práctica muy común en las aulas, ya se utilizan para ayudar a la mente. Pero este descanso activo debe incluir estas tres vertientes comentadas, para obtener los beneficios.

  2. Dosis óptima:
    • Las recomendaciones generales sugieren al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada o 75 minutos de actividad vigorosa a la semana, combinados con ejercicios de fuerza al menos dos veces por semana.
    • Sin embargo, la dosis óptima puede variar según la persona y sus características individuales. Incluso pequeñas cantidades de ejercicio pueden tener un impacto positivo, y es importante encontrar una rutina que sea sostenible y agradable.

    Ejemplo en el aula: Se pueden realizar 3 sesiones de 10 minutos de actividad física moderada durante la jornada escolar (30 minutos en total), además de fomentar la práctica regular de ejercicio fuera del horario escolar.

  3. Mecanismos neurobiológicos:
    • El ejercicio reduce la actividad de la RND, lo que disminuye la rumiación y la divagación mental.
    • Aumenta la liberación de neurotransmisores como la serotonina, la dopamina y las endorfinas, que mejoran el estado de ánimo, reducen la ansiedad y promueven la sensación de bienestar.
    • Estimula la neurogénesis (creación de nuevas neuronas) en el hipocampo, una región cerebral clave para la memoria y la regulación emocional.
    • Mejora la función del eje hipotalámico-pituitario-adrenal (HPA), que regula la respuesta al estrés.

    Ejemplo en el aula: Explicar a los estudiantes, de forma adaptada a su edad, cómo el ejercicio afecta positivamente a su cerebro y a su estado de ánimo puede motivarlos a ser más activos.

  4. Diferencias individuales:
    • Factores genéticos, la edad, el estado físico inicial, la presencia de trastornos mentales y la personalidad pueden influir en la respuesta al ejercicio.
    • Algunas personas pueden experimentar una mayor reducción de la ansiedad con el ejercicio aeróbico, mientras que otras pueden preferir el yoga o el entrenamiento de fuerza.
    • Es importante experimentar con diferentes tipos de ejercicio y encontrar lo que funciona mejor para cada individuo.

    Ejemplo en el aula: Ofrecer una variedad de actividades físicas durante las clases de educación física y los recreos permite a los estudiantes descubrir qué tipo de ejercicio disfrutan más y les resulta más beneficioso.

  5. Integración en la rutina diaria:
    • Comenzar con pequeñas cantidades de ejercicio e ir aumentando gradualmente la duración e intensidad.
    • Encontrar actividades que sean placenteras y que se ajusten al estilo de vida de cada persona.
    • Establecer metas realistas y celebrar los logros.
    • Buscar el apoyo de amigos, familiares o profesionales del ejercicio.
    • Utilizar aplicaciones móviles o dispositivos portátiles para rastrear el progreso y mantener la motivación.

    Ejemplo en el aula: Organizar caminatas o carreras en grupo, crear clubes deportivos escolares, o promover el uso de la bicicleta o los patines para ir a la escuela son formas de fomentar la actividad física entre los estudiantes.

  6. Ejercicio y otras estrategias:
    • El ejercicio es una herramienta muy efectiva, pero no siempre es suficiente por sí sola.
    • Puede ser necesario combinar el ejercicio con otras estrategias, como la terapia cognitivo-conductual, la meditación, la práctica de la atención plena (mindfulness) o, en algunos casos, la medicación.
    • Es importante abordar los problemas subyacentes que contribuyen a la preocupación excesiva, como el estrés laboral, los problemas de relación o las dificultades financieras.

    Ejemplo en el aula: Implementar programas de educación socioemocional que enseñen a los estudiantes a identificar y manejar sus emociones, a resolver conflictos de forma constructiva y a desarrollar habilidades de afrontamiento ante el estrés puede complementar los beneficios del ejercicio.

Influencia en las Funciones Ejecutivas

El ejercicio físico regular tiene un impacto positivo en varias funciones ejecutivas, que son habilidades cognitivas de orden superior que nos permiten planificar, organizar, regular nuestras emociones y comportamientos, y adaptarnos a situaciones cambiantes:

  • Memoria de trabajo: El ejercicio mejora la capacidad de mantener y manipular información en la mente, lo que es crucial para el razonamiento, la resolución de problemas y el aprendizaje.
  • Atención: El ejercicio aumenta la capacidad de concentrarse en una tarea e inhibir distracciones, lo que es fundamental para el rendimiento académico y laboral.
  • Planificación y organización: El ejercicio mejora la capacidad de establecer metas, desarrollar planes para alcanzarlas y organizar la información de manera eficiente.
  • Flexibilidad cognitiva: El ejercicio aumenta la capacidad de adaptarse a situaciones nuevas o inesperadas, cambiar de estrategia cuando sea necesario y alternar entre diferentes tareas o perspectivas.

Impacto en el Aprendizaje de Lengua y Matemáticas

  • Lengua:
    • Mejora la memoria de trabajo verbal, lo que facilita la comprensión de oraciones complejas y la retención de información durante la lectura.
    • Aumenta el vocabulario y la fluidez verbal, ya que el ejercicio promueve la neuroplasticidad y la creación de nuevas conexiones neuronales.
    • Mejora la atención y la concentración, lo que facilita la comprensión lectora y la producción de textos escritos.
  • Matemáticas:
    • Mejora la memoria de trabajo visuoespacial, lo que facilita la manipulación mental de formas geométricas y la resolución de problemas que involucran relaciones espaciales.
    • Aumenta la capacidad de razonamiento lógico y la resolución de problemas, ya que el ejercicio promueve la activación de áreas cerebrales relacionadas con el pensamiento abstracto.
    • Mejora la atención y la concentración, lo que facilita el aprendizaje de conceptos matemáticos y la realización de cálculos.

Relación con otras Áreas del Desarrollo

  • Inteligencia emocional: El ejercicio ayuda a regular las emociones, reducir la ansiedad y mejorar el estado de ánimo, lo que facilita la interacción social y la resolución de conflictos.
  • Creatividad: El ejercicio promueve la neuroplasticidad y la generación de nuevas ideas, lo que puede estimular la creatividad en diferentes ámbitos.
  • Resolución de problemas: El ejercicio mejora las funciones ejecutivas, lo que se traduce en una mayor capacidad para analizar problemas, generar soluciones y tomar decisiones efectivas.

Tipos de Ejercicios para Mejorar

  • Lengua (Nivel Básico):
    • Carrera de obstáculos con palabras: Crear un circuito con obstáculos y, en cada estación, colocar tarjetas con palabras o frases que los estudiantes deben leer en voz alta antes de continuar.
    • oSimón dice activo: Dar instrucciones que impliquen movimiento y uso del lenguaje, como oSimón dice que saltes tres veces y digas tu nombre.
    • Búsqueda del tesoro con pistas verbales: Esconder objetos en el aula o en el patio y dar pistas verbales que los estudiantes deben seguir para encontrarlos.
  • Lengua (Nivel Intermedio):
    • Debates en movimiento: Organizar debates sobre temas de interés y permitir a los estudiantes moverse libremente mientras argumentan sus puntos de vista.
    • Representaciones teatrales activas: Adaptar obras de teatro o cuentos para que los estudiantes los representen con movimientos y gestos expresivos.
    • Creación de historias en cadena con movimiento: Los estudiantes se turnan para agregar una frase a una historia, realizando un movimiento o gesto que represente la acción.
  • Lengua (Nivel Avanzado):
    • oEscape room lingüístico: Diseñar un juego de escape en el que los estudiantes deban resolver acertijos lingüísticos y realizar actividades físicas para avanzar.
    • Creación de podcasts o videoblogs activos: Los estudiantes investigan y presentan temas de interés, incorporando entrevistas, debates y actividades físicas.
    • oCuentacuentos en movimiento: Los estudiantes narran historias mientras realizan una secuencia de movimientos que representan los eventos.
  • Matemáticas (Nivel Básico):
    • Conteo saltando: Los estudiantes saltan a la cuerda o hacen saltos de tijera mientras cuentan en voz alta.
    • Clasificación de objetos en movimiento: Los estudiantes clasifican objetos según su forma, tamaño o color mientras se desplazan por el aula.
    • oSigue el patrón con movimientos: Crear secuencias de movimientos (por ejemplo, saltar, aplaudir, tocarse la cabeza) y pedir a los estudiantes que las repitan y las continúen.
  • Matemáticas (Nivel Intermedio):
    • Juegos de mesa activos: Adaptar juegos de mesa tradicionales (como el dominó o el ajedrez) para que los estudiantes realicen movimientos o ejercicios físicos al realizar sus jugadas.
    • Resolución de problemas en movimiento: Plantear problemas matemáticos que los estudiantes deban resolver mientras realizan una actividad física (por ejemplo, calcular la distancia recorrida durante una carrera).
    • oCaza de números en el patio: Esconder números en el patio y pedir a los estudiantes que los encuentren y realicen operaciones matemáticas con ellos.
  • Matemáticas (Nivel Avanzado):
    • oOlimpiadas matemáticas activas: Organizar competiciones en las que los estudiantes resuelvan problemas matemáticos complejos y realicen pruebas físicas.
    • Creación de coreografías con patrones geométricos: Los estudiantes diseñan y realizan coreografías que incorporen formas geométricas y patrones numéricos.
    • oEscape room matemático: Diseñar un juego de escape en el que los estudiantes deban resolver problemas matemáticos y realizar actividades físicas para avanzar.

Ejemplo de Ejercicio en Profundidad: oCircuito de Neuronas Activas

  • Objetivo: Mejorar la memoria de trabajo, la atención, la flexibilidad cognitiva y la resolución de problemas en lengua y matemáticas, a través de un circuito de actividades físicas y cognitivas.
  • Materiales:
    • Tarjetas con palabras, frases o problemas matemáticos.
    • Conos, aros, cuerdas u otros objetos para crear obstáculos.
    • Cronómetro.
    • Música motivadora (opcional).
  • Proceso:
    1. Preparación:
      • Diseñar un circuito con diferentes estaciones, cada una con un desafío cognitivo y una actividad física.
      • Adaptar la dificultad de los desafíos y las actividades a la edad y nivel de los estudiantes.
      • Ejemplos de estaciones:
        • Estación 1 (Lengua): Leer una frase compleja, memorizarla y repetirla mientras se salta a la cuerda.
        • Estación 2 (Matemáticas): Resolver un problema matemático mentalmente mientras se mantiene el equilibrio sobre un pie.
        • Estación 3 (Lengua): Decir palabras que comiencen con una letra específica mientras se corre en zig-zag entre conos.
        • Estación 4 (Matemáticas): Clasificar objetos según su forma y color mientras se camina sobre una línea recta.
        • Estación 5 (Lengua/Matemáticas): Crear una historia corta o resolver una ecuación utilizando palabras o números escritos en tarjetas que se encuentran dispersas en el suelo, mientras se gatea o se arrastra.
    2. Desarrollo:
      • Dividir a los estudiantes en grupos pequeños.
      • Cada grupo comienza en una estación diferente y completa el desafío cognitivo y la actividad física.
      • Al finalizar cada estación, los estudiantes anotan sus respuestas o soluciones en una hoja.
      • Los grupos rotan a la siguiente estación hasta completar el circuito.
      • Se puede utilizar un cronómetro para controlar el tiempo en cada estación y añadir un elemento de competición.
    3. Evaluación:
      • Revisar las respuestas o soluciones de los estudiantes para evaluar su desempeño en los desafíos cognitivos.
      • Observar la participación y el esfuerzo de los estudiantes durante las actividades físicas.
      • Fomentar la reflexión sobre cómo el ejercicio y la actividad mental se complementan y cómo se sintieron durante el circuito.

Conclusiones

El ejercicio físico es una herramienta poderosa y accesible para calmar la mente preocupada y mejorar la salud mental y el rendimiento cognitivo. Al integrar el ejercicio de forma regular y variada en el entorno educativo, podemos ayudar a los estudiantes a desarrollar habilidades cruciales para el aprendizaje, la regulación emocional y el bienestar general. Es importante adaptar las actividades a las necesidades y preferencias individuales, y combinar el ejercicio con otras estrategias de manejo del estrés y la ansiedad para obtener los mejores resultados. Los docentes pueden promover el ejercicio como una forma divertida y efectiva de mejorar el estado de ánimo, la concentración y la capacidad de aprendizaje de sus estudiantes.